Los enemigos de la pareja

Cuando te cases vas a convivir con tu mujer/marido a diario. No hay fórmulas mágicas para que una pareja funcione, pero sí se pueden evitar ciertas trampas que a la larga pueden debilitar la unión. Te presentamos algunos de los peores enemigos de la pareja, si los evitas desde el principio conservarás la magia inicial.

La televisión

Es uno de los mayores enemigos del amor. Cenar siempre delante de la caja tonta y ‘quemar’ el tiempo del que disponéis delante de la pantalla no favorece nada a la complicidad ni a la conversación. Haced un pacto para ver sólo cosas que de verdad os interesen y ¿por qué no? Un día sin tele.

Dejar de salir

El cansancio, la comodidad, la rutina... hacen que prefiráis ver una película de video que ir al cine, que salgáis menos, a casa de amigos o a cenar en pareja. ¿Por qué no salir a cenar solos de vez en cuando? también por separado, con amigos o simplemente ¿pasar fuera el fin de semana? Si antes os encantaba salir, no dejéis de hacerlo.

Falta de tiempo

Llegar siempre tarde a casa quita tiempo para la pareja, además de que estaréis más cansados e irritables. El trabajo no debe absorber vuestra vida, esto puede costar la relación de pareja.

Cosas de andar por casa

Porque ya os conocéis mucho y hay confianza no hay que relajarse. Con zapatillas, con el pelo de cualquier manera y ropa de batalla nadie está demasiado atractivo. Tampoco es muy agradable que las cosas estén de cualquier manera. ¿Por qué no esforzaros mutuamente por darle lo mejor a vuestra pareja?

Falta de atención

Es otro de los grandes enemigos de la pareja. No se trata de estar todo el día haciendo regalitos sino de estar pendiente del otro, de decirse cosas agradables, de preguntaros por vuestras cosas, en definitiva, ser atentos y cariñosos.

Celos excesivos

Interrogar o vigilar constantemente al contrario no sirve de nada y crea un mal clima en la relación. La base de la pareja es la confianza recíproca. A base de agobiarle puede empujarlo(a) hacia otra persona.

La familia política

Está bien tener buenas relaciones con la familia política y asistir a las reuniones importantes. Pero no hay que abusar. Detalles como no consultar cuando se invita a los familiares contrarios y dar las cosas por hecho puede ser tema de conflicto.

Falta de proyectos

Formar una pareja no es sólo afrontar el día a día. Hay que tratar de construir algo juntos, desde cosas a corto plazo (vacaciones, un coche nuevo), a proyectos más ambiciosos (un hijo, una casa, un negocio...). Reflexionar sobre el futuro hará que estéis más unidos.


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